Se cumplen dos años del comienzo de la guerra en Ucrania. Cualquiera de los análisis sobre este aniversario comienzan, inevitablemente, por la “batalla de Kiev”. Pero sería más interesante remontarnos incluso más atrás.
Es un lugar común entre los antiimperialistas que la guerra en Ucrania no se entiende sin los sucesos acontecidos en Kiev en Febrero de 2014. Sin embargo, no pretendo aquí remontarme a tiempos tan recientes sino aún más atrás. Concretamente a 1940.
Pese a los esfuerzos revisionistas de las instituciones comunitarias europeas, casi todo el mundo sabe que la 2ª Guerra Mundial fue iniciada por los nazis. Un dato que una mayoría cualificada conocerá asimismo es que esa guerra comenzó con un ataque a Polonia. Una Polonia que fue atacada un 1 de Septiembre y capituló un 6 de Octubre. Y desde esta última fecha hasta la invasión alemana de Noruega y Dinamarca el 9 de Abril de 1940, Europa estuvo en guerra sin que pasase… nada.
No sería hasta mayo de 1940 que Francia, Reino Unido y Alemania chocarían directamente, cinco meses después de la rendición de Polonia. Este período fue denominado por los franceses de la época “la drôle de guerre”, literalmente “la guerra de broma”.
No se me ocurre mejor denominación para el período que va del 23 de Febrero de 2022 a la fecha actual que la de “guerra de broma”. Porque a poco que uno se detenga a pensar y escuchar a los medios oficiales de propaganda en Occidente… parecemos estar en medio de alguna comedia.
A todos los efectos nuestros gobiernos están en guerra con Rusia. Representantes públicos y funcionarios de toda clase acuden a programas de televisión, radio o podcasts a perorar sobre la forma más adecuada de “derrotar a Rusia”. Todos ellos buscan asimismo convencer a los ciudadanos de que deben destinarse más fondos a esta “cruzada”. Y lo hacen con argumentos no menos cómicos que aquella guerra mundial en pausa de 1940.
En un mismo discurso belicista de algún esbirro de la OTAN podemos encontrar argumentos perfectamente contradictorios. Nos pueden decir que la guerra en Ucrania es “barata” y que los ucranianos han destruído al 50% del ejército ruso… y al tiempo que "hacen falta sacrificios” para dar más ayuda a Ucrania o que “el ejército ruso está más fuerte que nunca”.
En estos momentos se empieza a hacer sentir en el frente de guerra de Ucrania el efecto de la superioridad industrial rusa. Esto está llevando a los apóstoles de la guerra de broma al puro frenesí. Porque, al igual que en la guerra de Vietnam, han pasado de pedir armas para “terminar el trabajo” a pedirlas para “evitar un desastre”.
Uno no puede evitar ver en toda esta zozobra económica, política y moral algo que en realidad no tiene nada de broma. Lo que ocurre aquí es mucho más feo. Es, como en todas las guerras “de oportunidad” de EEUU, una estafa. Un traslado obsceno de impuestos a las cuentas bancarias de los accionistas y propietarios de las empresas del complejo militar industrial. Un negocio en el que el resultado buscado no es dotar de armas a los ucranianos sino que los ciudadanos de occidente paguemos por unas armas que tal vez nunca se lleguen a disparar. Porque todas las armas que se podían enviar a Ucrania ya se han enviado, y la victoria ucraniana no está más cerca. La insistencia en más fondos para la guerra se hace, además, afirmando que creará empleos en occidente. No es broma esto tampoco: lo están diciendo. Los mismos zombis tecnócratas que se encogen de hombros ante la pobreza, desempleo y desigualdad sistémicos bajo el capitalismo.
Toda persona que piense que Ucrania es una guerra entre el bien y el mal, siendo el bien Ucrania y Rusia el mal… debería ver el contenido que producen los think tanks norteamericanos y europeos. No podrían seguir pensando lo mismo. Porque detrás de sus contradicciones tan flagrantes y su fingido sentimentalismo se aprecian los rasgos de la psicopatía. La misma que llama a invadir Iraq y reivindicar la integridad territorial de Ucrania. Tal vez por eso en una de las conferencias conmemorativas de los dos años de guerra el ponente que abría el acto comenzó con un desliz: “Se cumplen dos años de la invasión rusa de Iraq”.
Containing the Kremlin: How to stop Russia’s revisionism
Para mí está claro que la guerra de broma sólo puede terminar con una victoria militar rusa y una derrota colectiva de occidente. De nosotros depende evitar que esta derrota implique, además, nuestra ruina económica y moral. Debemos denunciar y atacar sin descanso los argumentos disparatados de quienes por unos cuantos miles de dólares en sus cuentas personales quieren poner en peligro nuestra vida misma.
Por @iracundoisidoro